La
madurez no está reñida con la infancia, aunque estés atrapado en el cuerpo de un
hombre permítete ciertos momentos de niñez, observa las cosas de forma diferente,
explora el mundo con la mirada curiosa y fantasiosa de un niño, te sorprenderá
cómo cambia la perspectiva de las cosas.
Regálate la visión de un niño |
Despierta
al niño que llevas dentro que se ha quedado reprimido en el camino de los años
para dar paso a la persona madura, que actúa según los cánones marcados y reprime
una risa, una broma, una mirada, una lagrima porqué ya es maduro .
No hay comentarios:
Publicar un comentario